Proviene de una mala interpretación española de octli poliuhqui (“licor descompuesto”), en náhuatl se usa para describir al pulque demasiado fermentado, el cual causaba una rápida embriaguez por su alto contenido alcohólico.
Es conocido como la bebida de los dioses aztecas. Sólo consumido por los sacerdotes como ofrenda a sus dioses y los ancianos de la época, lo cual denostaba estatus social. El pulque es hijo del maguey o agave, y a diferencia de sus hermanos menores, el tequila y el mezcal, se trata de un licor fermentado y no destilado.
Pocos pueden con el venerado aguamiel de los dioses, y hay quien aún avisa que es una bebida “sólo para hombres”… Para popularizarlo y extender su consumo surgió el pulque curado, al que principalmente le agregan frutas.
Hoy en día sólo lo puedes consumir en Expendios de Pulque o Pulquerías, en mercados populares y en las provincias cercanas en donde se encuentren cerca los cultivos de maguey.
Ahora podrás decir: “Pulque”
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